El congreso sobre Alan Moore.

Entre congresos, Expocómic, días de fiesta y compromisos varios, tengo este vuestro blog un poco abandonado, y eso que tengo cosas pendientes que hacer. De momento, quiero dedicar unas líneas al congreso sobre Alan Moore que se celebró hace unos días, aunque sea tarde.

El II Congreso Internacional Grandes Narradores del siglo XXI: Alan Moore y sus alrededores se celebró del 21 al 24 de noviembre en el Paraninfo de la facultad de Filología de la universidad Complutense de Madrid, organizado por el grupo de investigación Teoría y Retórica de la Ficción del Departamento de Lengua Española y Teoría de la Literatura. No es el primer congreso que se celebra sobre cómic en España —sin ir más lejos poco antes tuvimos el de Alcalá, que fue importantísimo—, pero creo que sí es el primero dedicado en exclusiva a un solo autor. Hay muchos, muchísimos, que se lo habrían merecido, pero desde luego Alan Moore se lo merece, a pesar de que no voy a negar que su elección me sorprendió. Primero porque es un autor extranjero, pero también porque, a qué negarlo, Moore lleva mucho tiempo alejado de la vanguardia del cómic. No sólo porque tenga yo la impresión de que sus mejores obras ya las haya hecho, sino porque él mismo parece bastante cansado y ha perdido el interés en innovar en un medio que le debe muchísimo. Quizás este congreso es la mejor prueba de que Moore se ha convertido en un clásico, que ha entrado dentro del canon más ortodoxo. Hoy en día sus escasos tebeos miran al pasado en lugar de al futuro. Lo cual, por supuesto, ni implica nada con respecto a su calidad ni es bueno o malo por sí solo.

El Congreso en sí, desde mi experiencia, muy bien. Mucha ilusión por parte de los organizadores y mucho trabajo, que suplieron la falta de medios económicos sin problemas. Las mesas empezaban a sus horas, o con pequeños y lógicos retrasos, no hubo sorpresas desagradables y todo funcionó como debía. Al menos lo que yo vi, porque sólo pude ir a las sesiones matinales del lunes al miércoles. No voy a comentar pormenorizadamente las comunicaciones, pero en general hubo un nivel bastante alto. Este tipo de eventos sirve, sobre todo, para darnos cuenta de que algo se está moviendo en los últimos años, que hay muchos jóvenes investigadores —y no tan jóvenes— que están estudiando el cómic desde campos muy diversos, y sin prejuicios de otras épocas. Entre los asistentes —calculo que entre cuarenta y cincuenta en las ponencias más concurridas— se notaba que había de todo: lectores hardcore que conocían la obra de Moore en profundidad, chavales y chavalas jóvenes que algo habían leído —lo comentaban en los turnos de preguntas— y algunos, supongo, que estaban allí por los créditos. Pero la mayoría de la gente fue muy participativa y los turnos de preguntas bastante animados. Y bueno, tenía algo especial estar en un marco con aspecto tan vetusto y solemne como el paraninfo hablando y escuchando hablar de cómics y de Alan Moore, bajo la atenta y mosqueada mirada del barbudo proyectada en una pantalla blanca. Y seguir las conversaciones tras las ponencias, en los descansos, con gente que sabe de lo que habla.

Y a un nivel personal, este congreso ha sido especial por dos razones. La primera de ellas es que yo estudié la carrera en la UCM. La facultad de Filología no es exactamente “mi casa”, porque yo estudié Historia, pero es un edificio que conozco bien y ha sido bonito volver durante tres días a ese entorno por un acontecimiento así. Sobre todo porque, francamente, ni en mis más locos sueños me habría imaginado que esto fuera posible cuando yo estudiaba, hace más o menos una década. Quizá lo era y a nadie se le ocurrió proponerlo, pero me da que no. La Complutense no es precisamente una institución académicamente progresista —es mi impresión, ojo—, y empezar a ver ciertas cosas me gusta. Y la segunda razón es que ha supuesto mi primera experiencia como ponente, y ha sido muy positiva. Me he sentido muy cómodo y el hecho de participar en algo así me ha aportado muchísimo.

En fin, que estuvo genial. El hecho de que cada vez sean más habituales los saraos académicos con la historieta como temática no debería hacernos olvidar lo extraordinario que es y lo impensable que habría sido hace unos años. El congreso sobre Alan Moore, igual que el de Alcalá, o las UCM Cómic del año pasado, son la muestra de que se está avanzando en el reconocimiento del cómic como arte, en su rehabilitación, con pasos de gigante.


6 respuestas a “El congreso sobre Alan Moore.

  1. te imagino así en la ponencia…

    Dr. Justo Cagrretegrrr

    Es broma, claro, y me alegro que la experiencia fuera positiva (auqneu imagino también alguna mariposa en la barriga ;D)
    Ahora te toca hablar de las ponencias a las que has asistido, eso es una currada pero no te perdonaremos un silencio absoluto, que lo sepas.

  2. Jaja, más o menos, Octavio. Nah, en realidad no soy una persona que se ponga muy nerviosa. Algo de tensión antes de empezar, pero una vez que empiezas a soltar el rollo fue todo como la seda. No creo que hable de las ponencias, la verdad, tendría que haber tomado notas en todas, haber escrito antes… Pero van a publicarse todas en formato digital.

    1. Me pareció genial tu ponencia sobre la simetría «aterradora» en el capítulo V de Watchmen. Un planteamiento original y atrevido a la vez que muy trabajado ¡Vaya currada tío!. Me pareció muy acertado e ilustrativo como planteaste el análisis viñeta por viñeta, mostrando como se correspondían, como estaba dividido el encuadre, los personajes, la oposición entre los distintos elementos, etc. No soy una experta en comic, estudio Tª de la Literatura, pero te puedo asegurar que no me aburrí ni por un instante y que entendí perfectamente tu magistral trabajo. Me encantaría saber si la tienes online.

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